«La respuesta, amigo mío, está en el viento” Bob Dylan
Seguimos inmersos en un proceso turbulento en el que la incertidumbre es el horizonte al que nos enfrentamos. El DEPORTE (con mayúsculas) no es ni será ajeno a este estado, pero tenemos que significar, que como en este periodo de pandemia, nunca se ha contado con una mejor imagen del deporte. Durante el duro proceso de confinamiento, en todos los medios audiovisuales y a diario se ha han propagado como un “mantra” las bondades de hacer “hacer deporte” y sus beneficios.
Por supuesto que a nosotros, profesionales y misioneros del fenómeno deportivo, no nos tienen que convencer de tales beneficios, llevamos muchos años “vendiendo deporte” y la necesidad de que este, sea un verdadero indicador del bienestar social, de la calidad de la vida, en definitiva, de la felicidad. Como decía Aristóteles, “la felicidad es el significado y propósito de la vida, la meta general y final de la existencia humana”
Efectivamente, debemos aprovechar el viento a favor que, paradójicamente nos proporciona la pandemia. Pero cuidado, habrá que señalar y recordar que no hay un solo viento, sino 16 de la Rosa de los Vientos, y 8 los más importantes: Levante, Poniente, Mediodía, Tramontana, Griego, Saluc, Labeche y Maestre (Ramón Llul. Arbre de Sciencia). Esto nos indica que cada uno deberá asociarse al viento que mejor le haga avanzar en sus objetivos. Un viejo refrán dice “Que no hay buen viento para quien no tiene puerto”.
Es indudable que esta situación no pasará sin más. Algunas ideas o certezas que estaban instaladas entre nosotros porque sí, hasta no hace más de seis meses, serán revisadas y que habrá que pararse para estudiar lo que ha sucedido, sucede o sucederá, para repensar hacia donde dirigirnos.
Seguramente que no será fácil, pero no podemos dejar pasar la oportunidad. Por supuesto que tenemos amenazas. Decía el maestro Cagigal en 1981, que “en España no se saca partido de los aspectos educativos y humanísticos que tiene el deporte” y que “una fuerte base cultural deportiva influye en los resultados de todo esfuerzo físico. Con demasiada frecuencia, el deporte sólo se contempla por sus resultados. Es un círculo vicioso, la sociedad tiende a eso y los organismos deportivos se preocupan, sobre todo, de los resultados”
La clarividencia del maestro nos indica el camino y la oportunidad de transformar la incertidumbre en la brújula que nos ayude a transformar el viento en favorable.
Para terminar, citar al gran poeta e hispanista holandés Cees Nooteboom (premio Formentor de las letras 2020) “No es posible continuar pensando en el mundo como hasta ahora, hay mucho que reflexionar y necesitamos tiempo para asimilar este desastre”.