Ya son más de ocho meses desde que esta pandemia vino a visitarnos y por aquí sigue todavía.

Desde el momento que apareció, todos los ámbitos de nuestras vidas se han visto afectados de una manera u otra y, como no, el mundo de la actividad física y el deporte no ha sido menos.

Durante todos estos meses, las diferentes medidas tomadas por una u otra administración, han influido en la actividad de todas las personas que conformamos este pequeño mundo… unas más acertadas, otras menos, pero todas ellas con el objetivo de frenar esta maldita pandemia que nos ha tocado vivir.

La primera ola nos pilló de repente, nos arrastró y el confinamiento apareció en nuestras vidas, de la noche a la mañana, pero que a mucha gente supuso darse cuenta de la importancia del movimiento en sus vidas. Convertimos nuestros hogares en gimnasios improvisados y, el que tenía una bici estática en casa, era una persona con suerte.

Una vez nos dieron suelta, con restricciones horarias para poder hacer deporte (para un@s machacarse como antes, para otr@s comenzar a hacer algo con sus cuerpos), manadas y manadas de personas nos echamos a las calles como si no hubiese un mañana. Durante el verano, la relajación de las medidas y un permiso por parte del virus, nos hizo volver a los niveles de actividad física que teníamos antes de la pandemia; los que hacían mucho, seguían haciéndolo y los que hacían poco o nada, el deporte dejó de tener presencia en sus vidas o empezó a tenerla.

En cuanto le vimos las orejas al lobo y, por si acaso viene de nuevo el encierro, nos hemos preocupado en comprar ese material deportivo que no tuvimos en el primer confinamiento. Los productos deportivos, tanto en la venta presencial como online, han tenido aumentos espectaculares en sus ventas. No hay mal que por bien no venga.

Pero ahora nos ha llegado una segunda ola, para unos más virulenta que la primera y para otros son cuentos chinos, pero lo que está claro es que ya está aquí. Las administraciones han aplicado nuevas medidas, al principio más suaves y ahora se está empezando a complicar el tema… ¿un nuevo confinamiento?

Cuando estuvimos confinados la primera vez, nos dimos cuenta de la importancia del movimiento en nuestras vidas, por lo que para esta segunda ola, deberíamos haber aprendido esta lección: la actividad física y el deporte son parte fundamental de nuestras vidas, con unos beneficios demostrados y que es parte de la solución a los efectos de esta pandemia.
Espero de todo corazón que las personas que tienen que tomar las decisiones para vencer a este virus, hayan aprendido algo de lo que ya hemos vivido y sean conscientes de que, todo lo que potencia la actividad física y el deporte, es esencial para afrontar lo que nos viene encima.
Pero las últimas decisiones tomadas para afrontar esta segunda ola, hace que me salten las alarmas y me da la impresión que no hemos aprendido nada de la primera vez, ya que, las medidas que se están tomando, son un café para tod@s que está arrasando con espacios fundamentales para afrontar esta nueva realidad: el deporte escolar, el deporte para nuestr@s jóvenes y nuestras personas mayores…

Todavía estamos a tiempo de recular, ya que se ha demostrado que la actividad física y el deporte, el entorno en el que se realiza y l@s profesionales cualificad@s que lo llevan adelante, son entornos seguros y elementos fundamentales para ayudar a vencer al virus.

L@s profesionales del mundo de la actividad física y el deporte, tenemos las herramientas y los conocimientos necesarios en el diseño de estrategias para que nuestro entorno deportivo siga siendo seguro, y lo más importante, parte fundamental para que las personas hagan frente al virus en las mejores condiciones.

La primera ola nos arrastró, nos removió los pilares más básicos de nuestros esquemas, pero si nos dejan, esta segunda ola y las posteriores, las surfearemos gracias a la capacidad de adaptación que nos caracteriza al mundo del deporte.

Pero necesitamos que se nos oiga, por parte de aquellos ámbitos que en estos momentos son los que están tomando unas decisiones que nos influyen a tod@s y que, desde mi humilde opinión, no están siendo lo más acertadas posible, ya que el limitar la práctica deportiva, sobre todo en ciertas edades, acarrea más problemas que los que soluciona.
Lo que hagamos ahora determinará nuestro futuro. El COVID-19 es un virus que, desde luego, lo está determinando, pero la pandemia del sedentarismo ya nos acecha desde hace años y sus efectos ya están siendo devastadores, por lo que si no le ponemos remedio, y más en tiempos de crisis, nos espera un futuro desgarrador.

Dicen que el ser humano es el único ser que tropieza dos veces con la misma piedra, y deseo pensar que en esta ocasión no va a ser así, por nuestro bien y el de las próximas generaciones. Necesitamos un replanteamiento de las medidas tomadas y que, si necesitan ayuda para ello, aquí nos tienen dispuestos a lo que haga falta.