«Cada vez trabajo más a gusto cuando comparto lo que hago»

¿Por qué estás en KAIT? ¿Qué te aporta?
Llevo en KAIT desde 1990 o 1991 y la verdad es que he aprendido mucho sobre el mundo del deporte. He hecho amistades, he participado en congresos y diferentes actividades que me han hecho crecer a nivel personal y profesional. Creo que si KAIT no hubiese estado ahí, no hubiese tenido todas esas oportunidades y no me hubiese embarcado en algunas actividades realmente interesantes en las que he participado.

En representación de KAIT estuve en la primera junta directiva de la Asociación Española de Investigación Social Aplicada al Deporte (AEISAD), en la que repito en la actualidad, y estas dos asociaciones han potenciado mi interés por la sociología del deporte y la investigación en este campo.

Indícanos algunos hitos profesionales que te gustaría destacar.
En primer lugar, me gustaría destacar dos, por los que me uní a KAIT, y por los que quiero mostrar mi agradecimiento, porque yo era muy joven, pero me sentí muy apoyada y aprendí mucho durante su realización.

La primera investigación que realice al poco de terminar la carrera fue con una beca del Gobierno Vasco. Trataba de analizar el uso y satisfacción de los usuarios de los equipamientos deportivos de Bilbao y allí estaba Luis Solar. A partir de ello, empecé a interesarme por los hábitos deportivos de la población y recibí un encargo de los IMD de Barakaldo, Santurtzi, Sestao y Portugalete, liderados por Fernando Landa, Boni Teruelo y Josu Azurmendi. Uniendo este trabajo con una profundización sobre la rentabilidad social de los equipamientos deportivos, realice la tesis doctoral, por la que recibí el primer “Premio al desarrollo científico del deporte del Gobierno Vasco”.

Destaco estas dos, pero después vinieron otros estudios también relevantes, como son los Estudios de Hábitos Deportivos de la Población de Bizkaia de 2001 y 2020, encargados por la Diputación Foral de Bizkaia, otros sobre mujer y deporte, o la participación en distintas publicaciones lideradas por extraordinarios profesores como Manuel García Ferrando, Nuria Puig o Ramon Llopis, entre otros.

También me ha aportado mucho mi pertenencia al Comité Antiviolencia en el Deporte del Gobierno Vasco, en el que participo desde hace ya años.

A nivel más académico, fundamentalmente me centro en el campo de la metodología de investigación, pero estoy muy orgullosa de haber introducido la asignatura de Sociología del Ocio y el Deporte en la licenciatura de Sociología en la UPV/EHU, asignatura que, mientras se impartió como optativa, tuvo gran acogida entre el alumnado.

¿Nos cuentas algo que has aprendido recientemente que te gustaría compartir con nosotras/os?
A nivel profesional debo reconocer que cada vez trabajo más a gusto cuando comparto lo que hago; cuando trabajo con otras personas en una investigación o en una publicación disfruto más, aprendo más y el resultado me suele dejar más satisfecha. A nivel personal, por mi momento vital, estoy aprendiendo que recibes más de lo que das, que siempre se puede dar más y que hay gente, que no tiene por qué ser familia, que constituye un pilar en tu vida y que siempre está ahí.

Retos principales del futuro en la gestión del deporte.
Yo no soy gestora, soy socióloga y, junto con la metodología y la sociología urbana, la sociología del deporte es una de mis áreas de investigación preferente. Analizando la evolución de los hábitos deportivos de la población, aspecto en el que he estado trabajando este último año, creo que sí se puede decir que uno de los principales retos es la adaptación de la oferta de equipamientos y servicios deportivos a las cada vez más cambiantes demandas y hábitos de la población. Analizando los cambios acontecidos en los últimos veinte años, nos encontramos ante una nueva realidad que, en mi opinión, es positiva: la edad deja de ser un límite para la práctica deportiva, la brecha de género cada vez es menor, hay mayor variedad en las prácticas, se incrementan las prácticas individuales -aunque se realicen en grupo- frente a las de equipo, se utilizan más los espacios urbanos y naturales frente a los equipamientos clásicos e incluso cobran relevancia las instalaciones de carácter privado, más fácilmente adaptables a los cambios.

En general, hoy en día, una vez que se ha adquirido el hábito de practicar actividad deportiva -o física-, hay mayor tendencia a que este se mantenga a lo largo de la vida y esto a su vez se traduce en que cada vez se practican más actividades deportivas adaptables a las necesidades concretas de cada persona y de su momento vital. A todo esto hay que añadir el potencial que supone el uso de apps y la posibilidad de acceder a asesoramiento personalizado (online o personal), lo cual sin duda facilitará aún más las prácticas adaptadas a las necesidades y demandas particulares.

Las instituciones deportivas públicas deben ser capaces de evolucionar y ser flexibles, para adaptarse con rapidez, e incluso adelantarse, a estas nuevas formas de entender y practicar actividad física y deporte, por lo que deben estar en continuo contacto con la realidad, con la sociedad, observando y analizando los cambios.

Y en lo personal…

  1. Recomiéndanos un libro –“ El tango de la guardia vieja”, de Arturo Perez Reverte
  2. Un grupo musical – En realidad soy más de canciones que de grupos concretos,.. Pero soy una clásica, me sigue encantando Bruce Springsteen, Rod Stewart, Mark Knopfler o Maná. Entre los más actuales me gusta Coldplay, Beret, Rozalen…
  3. Un lugar para visitar – Para volver, Estambul o Shangai; por descubrir, los países escandinavos y para perderme encontrarme bien, sin duda Pirineos o las playas de Huelva.